viernes, mayo 05, 2006

lo que mi padre no olvidó


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Sabe dios que me ha costado sobrevivirme a mi misma
y a la familia en la que tuve el destino de enredarme
los pies, y nada importaría si no los quisiera, pero los
quiero mucho. Que sea difícil es otra cosa...
Mi padre es de todos a quien he salido más parecida,
en lo bueno y en lo malo.
Es el relator de la familia, y me he quedado media vida
escuchándolo contarme cosas, y tangos que
cuando era una nena me ponían verde y ahora me ponen
no sé, supongo que me ponen de un color que no podría
definir como no sea nostalgia por Buenos Aires...
Es cierto que es general en jefe (de esta flia. al menos) o lo fue.
Pero también y no es incomprensible,
tuvo sus buenos momentos de ser padre.
Hace un par de años decidió que con comer fibras y
cuidarse en las comidas y trabajar mucho, iba a andar
todo bien.
Y también decidió dejar de tomar la pastilla para su
arritmia cardiaca...y anduvo todo mal.
Ha empezado a perder la memoria reciente, la de hace dos
horas o diez minutos.
Y de pronto, como de rayo, recupera todo, o casi.
Pero yo he empezado a perder a papá, de a poco, como
sacándose un curita con cuidado, pero de una herida
demasiado profunda.
Y estuvo conmigo aquí casi en el campo, que es donde nació
para salirse un rato de ese delirio que es Buenos Aires, donde vive.
Una noche de esas no se acordó donde quedaba el baño
y salió a la puerta de madrugada a hacer pis...
Y habiéndome meado cuidadosamente el cantero me lo ha contado
mientras tomábamos el café de la mañana...aclarándo como viejo
pulcro que es, que bueno, que el miró bien que no hubiera
nadie...que el simplemente no sabía donde quedaba el baño
y no quería despertarme...ay.
ay ay ayaaaaaa. papá. tu mente papá...tu mente.
y yo lo he abrazado, lo he abrazado como si se me fuera
para toda la vida, y le he dicho, no es nada viejo, no es
nada, si podés acordáte de llamarme, y juntos vamos a
buscar el baño y te espero en la puerta.
Y sonrió y me dijo...
Querés que te cuente algo de cuando era chiquito?
dale, contame, contame...
bueno...mirá cuando yo era muy chico, teníamos un chancho
muy malo, era tan malo ese chancho que no lo podíamos
tener encerrado sin que escapara y saliera corriendo por
las calles del pueblo, levantando polvareda.
Teníamos que ir a atraparlo entre todos, (y se reía mucho)
y continuaba diciéndome....a los chicos nos gustaba correrlo,
correrlo y enlazarlo, pero era un chancho tan dañino que a
los dos días ya había que ir a ver donde estaba otra vez...
O los vecinos venían a decirnos....oigan, su chancho me esta
destrozando la huerta. Así que a mi madre se le ocurrió que la única forma de que no desmantelara todo corral que armáramos...fue,
pues hacer un pozo...y empezamos a cavar un hoyo para que el chancho tuviera espacio...y nos dejara vivir en paz.
Y allí lo metimos, con pasto y todo, parecía un león en el zoo.
Y todo iba muy bien...
Hasta que una noche empezó a llover como si fuera el diluvio
y entonces el arroyo que pasaba cerca de casa desbordó.
La casa no se inundaba, pero llovía y llovía. Y Miriam, no sabés
lo que pasó?
Le dije..ay papá no se te habrá ahogado el chancho...no?
Noooo dijo el...nos asomamos por la ventana cuando sentimos
un gran resoplido y vimos pasar al chancho con su paso cortito,
y si no hubiera sido tan oscura la noche...supongo que hubiéramos
asistido a una sonrisa de chancho burlándose de nosotros...
jaaaaaaa!! papá....eso no me lo contaste nunca.
y el dijo no? Pues es que me lo acordé ahora, luego de haberte
meado el cantero anoche....
jaaaa. mi viejo...mi viejo querido.
Aquí hay un dicho muy extendido...y es ese de...
“eso va a pasar el día que los chanchos vuelen...”
Así que yo le dije...bueno pá no sé si los chanchos vuelen ...pero
ahora que vos lo decís me quedaré por lo menos contenta...porque
los chanchos flotan...
Y eso ya es algo no creés?
Y el dijo...Miriam, estás loca?, como si la memoria la hubiera perdido
completamente yo... los chanchos no van a volar, pero flotar...
flotan...

Papá te quería subir un tango, mañana lo intento, no necesito escribir
que te quiero tanto, te lo digo cada vez que puedo, y vos también me
lo decis.
beso . tu hija.


2 Comments:

Blogger Pierre said...

aaaaaaaaaaaaaaaaaa por la pppp mmm
q buena historiaa JAJAJAJAJAJJAjaajjaja q risaaaa. a mi me da risa cuando la gente persigue a los chanchos porque creo q no hay nada tan dificil como atrapar un chancho. q historia mas honda y divertida miriam. hay q aprender q no hay nada mas serio q la risa.

5/5/06 01:16  
Blogger Miriam said...

Graciasssss Pierre.
Ya lo creo q no hay nada más serio, ni nada más risible q lo solemne...zank you!
Mira el chancho lo unico que tuvo que esperar para volver a las andadas fue q subiera el agua... grito Eureka! y se olvidó la toalla como Arquimedes.ja!
:)

5/5/06 03:58  

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