sábado, abril 29, 2006

?




diganmé de que podemos hablar?
qué tema podría convocarnos?
somos una manada de elefantes?
o un soplidito de viento
sobre los estambres,
de miles de flores raras?
o las cosas que tenemos,
desparramadas...
sobre esa mesa de pc en que nos sentimos
la queen Elizabeth de toda la colina,
Louis XVI, dentro de su sombrero.
o nuestro propio enterrador.
mostrame tu cenicero lleno,
tu cartel de prohibido fumar.
una taza con el asa despostillada,
los lentes de ver de cerca,
los de sol?
para que lado queda el sol?
sigue existiendo el sol?
qué te gusta tomar a esta hora?
qué te duele cuando nadie te ve?
te gusta besar como Amelie?
esos tres besos que inician el amor.
o uno solo que te dure para toda la vida
y toda la muerte, y lo que hay entre
ellas dos.
yo te digo de que me gusta conversar...
de volver a vivir.
de hundirle un tenedor
en medio de la lengua
a andar hablando a solas.
de dejar de desconfiar
de mi,
de vos,
de cualquiera que se acerque,
y yo no sienta que soy digna
de atarle los zapatos.
si vieras como me gustaban las mañanas
se te caerían las lágrimas,
porque te imaginarías las mañanas que
ya ni siquiera recuerdo.
tengo un pote de crema,
para que nunca me aparezcan signos
extraños marcando la nostalgia,
ni pliegues que denuncien mi terror
a la costumbre de tejerme una jaula
esmeradamente...
para no salir de alli ni a punta de fusil,
mejor estar aqui?
sin miedo a que me toques el hombro
y mires bien adentro,
más alla de mis ojos
y veas mi verguenza,
y adivines que no hay otra cosa
que verguenza.
y alcances a entender
que no me hecho
justicia en esta vida.
ni he alcanzado el sueño andando
en puntitas de pie.
no, no alcancé mi sueño,
me quedó como a diecisiete centímetros
rozando el cielorraso,
y se volvió cola de ratón
y boca de volcán.
así que si querés
seamos amigos, o amigas
según te llames, según elijas ser.
no dejes solamente un comentario.
vamos,
dejame una foto de tu taza,
de tu silla preferida.
una percha,
un pantalón con las rodillas,
todas gastadas.
o de tu enamorado o tu enamorada
o de aquel o aquella con que soñás y
no se ha dignado venir a despertarte,
todavía.
o de cualquiera de tus vecinos.
o de tu frasco de pastillas,
no me asustan los ritos que usamos
para no sentirnos tan solos.
solo quisiera que no nos fueran
necesariamente necesarios
sería bueno que pudieramos
empezar a conocer como son
nuestras casas, nuestros calles,
nuestros autores preferidos,
de las cosas que consideremos arte.
y lo que más nos gusta comer,
o aquello que nos da vuelta el estómago
de asco.



conocernos, porque
la soledad que acompaña al humano
desde su nacimiento,
desde la geografía de cataclismos
y desde una caverna con un
mamut pintado,
ahora tiene domicilio fijo en la red,
y habría que matarla
mientras duerme,
con una estaca en medio del corazón,
por si las dudas.
y encontrarnos en cualquier esquina
a beber algo, que podamos ver
con claridad como baja por tu garganta
o por la mía.
puede ser un café o una cerveza,
en Mantua, en Buenos Aires,
en Colonia, a orillas del Amazonas
o en Costa de Marfil.
hasta en el faro del fin del mundo.
en cualquier puerto,
o en todos.




pero que sea pronto.
antes de que despierte
y yo le diga,
o vos le digas.
ey soledad, te lo vas a tomar
con dos de azúcar o lo
preferís amargo...?

...como siempre...






1 Comments:

Blogger Miriam said...

ayyyyyyyyyyy
me haces una agujerito con el dedo en el corazon chica...y que venga el guy y se ria de mi zonzera..ja
que le pego con la cucharita.jjjjaaa
t.q.muchisimoooooo. gracias.
parece q por un minuto todo volviera atras, lo mejor de los buenos tiempos. beso.

30/4/06 19:49  

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